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América Latina es una de las regiones que mayor potencial tiene para el despegue, desarrollo e implantación del hidrógeno gracias a sus condiciones geográficas y climáticas que, además, han facilitado el desarrollo implantación de energías renovables.
La introducción, por parte de algunos países de Latinoamérica, de sistemas de comercio de emisiones, o la regulación de impuestos sobre el carbono ha facilitado que países como Chile, Colombia o México hayan adoptado, en los últimos años, medidas regulatorias e incentivos financieros para hacer atractiva la apuesta por energías no contaminantes, en especial el hidrógeno verde.
No obstante, los retos para su lanzamiento y consolidación son similares a los existentes en UE y en España: la necesidad de contar con un marco legislativo consolidado que reduzca la burocracia y agilice los procedimientos administrativos, el apoyo gubernamental, tanto a nivel nacional como local, con incentivos económicos, en forma de ayudas o incentivos, fuertes.
Algunos países han aprobado proyectos de colaboración para impulsar el despegue de hidrogeno verde, como es la red de investigación iberoamericana H2TRANSEL, que se centra en las tecnologías para la producción, el transporte y el almacenamiento de hidrógeno verde. Aprovechar las sinergias entre los grupos de investigación y favorecer la transferencia de conocimientos. Asimismo, también encontramos plataformas colaborativas para el desarrollo del hidrógeno verde en América latina, como H2LAC, creada en 2020 por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) junto al Banco Mundial, la CEPAL y el Programa Euroclima+ de la Unión Europea que muestran ese interés a escala mundial por acelerar el desarrollo del hidrógeno verde en la región.
Igualmente, se han creado consorcios para la cooperación entre las entidades privadas, siendo actualmente el principal motor para la implantación del hidrógeno verde: consorcios H2AR (Argentina) H2Chile, Alianza del hidrógeno de Costa Rica y asociaciones del hidrógeno de Colombia, México y Perú.
Todas estas apuestas por Latinoamérica apuntan a que la región puede convertirse en una de las más competitivas para ese despegue y producción de hidrógeno verde.
Finalmente, en relación con el transporte del hidrógeno verde, si bien Argentina y Chile cuentan con un gran potencial al poder aprovechar sus redes de integración energética, tal iniciativa aún se encuentra en estado embrionario.
Actualmente, el país más avanzado, jurídica y técnicamente, respecto al hidrógeno verde es Chile, seguido por México, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina.
Carrera del hidrógeno en países de Latinoamérica
Hidrógeno en Chile
Chile está mucho más avanzado que Argentina contando con el apoyo del Gobierno para su despegue y desarrollo. Tiene como objetivo producir 25 FW de hidrógeno para 2030, y es uno de los grandes referentes en la región en este campo. A finales del 2020, lanzó su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde con objetivos al corto, mediano y largo plazo.
Actualmente cuenta con 60 proyectos en distintas fases de desarrollo, alguno de ellos ya en funcionamiento, dirigidos tanto al mercado de exportación como al interno. Uno de los proyectos más grandes en marcha es la planta de 10GW H2 Magallanes.
Hidrógeno en México
La regulación actual, a pesar de contener lagunas, se encuentra suficientemente madura para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, en especial proyectos vinculados a Plantas fotovoltaicas que están sirviendo a instalaciones industriales.
De este modo, existen varios proyectos piloto en las zonas de Baja California, Guanajuato, Chihuahua y Durango. En Guanajuato, el plan es producir hidrógeno mediante electrólisis con energía solar e inyectarlo en un ducto de gas natural. La iniciativa tiene como objetivo acelerar la descarbonización industrial y servir como combustible de transición.
El proyecto de Durango consiste en generar hidrógeno, además de amoníaco, para integrarlo a la producción industrial de fertilizantes. En Baja California, el objetivo es producir la molécula para el almacenamiento de energía eléctrica, que es especialmente importante para esa zona del país que está relativamente aislada de la red nacional.
También hay un proyecto piloto para producir hidrógeno verde en Sonora con electrólisis alimentada por una planta de energía solar adyacente. Finalmente, un quinto proyecto se encuentra en fase inicial de desarrollo en Chihuahua en conjunto con una cementera local.
Como medida de intervención y control, la normativa aplicable exige diversas autorizaciones otorgadas por autoridades nacional y regional tanto para la generación de energía eléctrica, la interconexión a la red, su autoconsumo, como el vertido, y la distribución.
Hidrógeno en Colombia
La Ley 2099 de 2021 tiene por objeto la modernización de la legislación vigente en materia de transición energética, la promoción de fuentes no convencionales de energía y la reactivación económica del país mediante el fortalecimiento del servicio público de energía y gas.
El segundo capítulo de la Ley 2099 regula tres medidas esenciales de cara al despegue e impulso de los Proyectos de generación de hidrógeno verde. Como primera medida, se declaran de utilidad pública y de interés social a las actividades de promoción y desarrollo de fuentes no convencionales de energía. Como consecuencia de lo anterior, se agilizan los trámites ambientales, y el procedimiento de expropiación para la obtención de tierras.
Además, se crea el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge), con el fin de promover, ejecutar y financiar planes y proyectos de Fuentes No Convencionales de Energía (FNCE).
Finalmente, como tercera medida, se otorgan diversos incentivos tributarios para aquellas personas que inviertan en investigación, producción y desarrollo de esos proyectos, como, por ejemplo, la posibilidad de deducir de la renta el 50% de la inversión realizada (artículo 8º), la exclusión del IVA en la adquisición de bienes y servicios utilizados en dichos proyectos (artículo 9º) y la exención del pago de derechos arancelarios de importación de maquinaria y equipos (artículo 10º).
Hidrógeno en Brasil
Brasil cuenta con un gran potencial para el despegue y expansión de las energías renovables en general y el hidrógeno verde en particular, siendo este país un gran productor y exportador de esta fuente de energía.
En el Plan Energético Nacional 2050 (MME) que se formuló en el año 2020, el hidrógeno es una pieza clave para el proceso de descarbonización de este país. Asimismo, en febrero de 2021, la Agencia de Planificación Energética publica un informe donde detalla los principales aspectos a tener en cuenta para desarrollar una estrategia brasileña de hidrógeno. Este se titula Fundamentos de una consolidación para una estrategia brasileña de hidrógeno.
Asimismo, el Consejo Nacional de Política Energética ha dado prioridad al hidrógeno para su investigación y desarrollo y en agosto de 2022 se han publicado finalmente un Programa Nacional de Hidrógeno.
Definitivamente, el despegue y consolidación del hidrógeno verde en el mercado latinoamericano está cobrando un impulso creciente, pues son muchas las estrategias elaboradas a largo plazo con el objetivo de potenciar el uso del mismo como energía renovable.
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Área de Medio Ambiente
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