El uso de inteligencia artificial se ha extendido rápidamente en agencias y empresas, que la integran en procesos como la redacción de propuestas, análisis postevento o activaciones creativas. Pero ¿sabemos qué riesgos legales puede implicar?
Carlota Bravo-Ferrer, abogada en el área de protección de datos y derecho digital, comenta para un artículo de Eventoplus: “la IA es una herramienta útil, pero la supervisión humana no es opcional. La ley europea de IA pone el foco precisamente en la responsabilidad humana sobre el resultado final. La decisión última nunca puede recaer en un algoritmo”.
Una de las alertas más relevantes es la protección de datos. Nuestra experta advierte que “introducir información personal en una herramienta de IA sin garantías es un tratamiento de datos. Y eso implica responsabilidad legal directa”.
Los derechos de autor también están en juego, “el hecho de que algo lo genere una IA no significa que sea libre de derechos”, explica, “puede haber elementos protegidos en los contenidos generados, y eso abre la puerta a reclamaciones”.
Además, la normativa europea exige transparencia en el uso de contenidos creados por IA, tal y como comenta Bravo-Ferrer: “en campañas publicitarias, ocultar el origen artificial puede considerarse publicidad engañosa”.
Por eso, concluye que “contar con una política interna de uso de IA, revisar los contenidos y establecer protocolos claros no es solo una buena práctica: es una necesidad legal y reputacional”.
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