Comercializar productos falsos tiene pena de cárcel. Sobre todo en época de aumento del turismo como es la temporada estival, aumenta la comercialización y las ventas de estos productos falsificados en zonas turísticas y de costa. Los usuarios compran estos productos a sabiendas de que son falsos por su bajo precio.
Rocío Gil, socia del área penal, explica en La Sexta Noticias: "Tanto el que fabrica, como el que importa, comercializa o almacena con esos fines se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión más multa".
Sobre la compra de estos productos falsos por parte de los consumidores, nuestra abogada penalista experta añade: "No sólo están perjudicando a la marca, sino que se están poniendo en riesgo ellos mismos, en cuanto pierden derechos de reclamación o pueden ser productos no seguros".
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